"Buenos presagios", Cuando el humor y la fantasía se unen

Novela: Buenos Presagios

Título: Buenos presagios / Good Omen
Autores: Terry Pratchett y Neil Gaiman

Editorial: Timus Mas

Año de Publicación (esta edición): 2009

     Corría el año 1990. Terry Pratchett (MundoDisco con sus 39 novelas en español a día de hoy, el Éxodo de los Gnomos, y numerosos relatos) y Neil Gaiman (Stardust, Sandman, Coraline, American Gods, guiones del Doctor Who: "La mujer del Doctor" y "Pesadilla plateada", entre otras obras), unieron sus respectivos talentos para escribir esta mítica novela. Aunque ya eran dos autores reconocidos dentro del mundo de la literatura fantástica, aún debería pasar un tiempo para ser lo que hoy en día son.

     Se conocieron en 1985, cuando Gaiman entrevisto a Pratchett por haber escrito "El color de la magia", primera novela de su supersaga MundoDisco.

Sinopsis

("El infierno no era ningún gran deposito de mal, no más de lo que, según Crowley, el Cielo era una fuente de bien; eran solo bandos en una gran partida cósmica de ajedrez. Y era en la mente humana donde se hallaba la verdadera fuente de la bondad verdadera y la verdadera maldad de infarto.")

     Azirafel y Crawly (anteriormente Crowley), llevan miles de años viviendo juntos. Azirafel es un ángel y Crowly un demonio. Su misión es preparar la llegada del Anticristo y ayudar con los preparativos del Juicio Final, cosa que en cierto modo no es de su agrado, puesto que se han acostumbrado a vivir entre los humanos. Han llegado a un punto en el que ni el ángel es tan angelical, ni el demonio tan malvado como pretenden.

     Cuando llega el momento de la concepción del Anticristo, hay un pequeño error: El plan era que este fuese con una familia satánica rica y poderosa, para desarrollar su maldad y así ser quien debía ser. Debido a un despiste de las monjas satánicas que están llevando a cabo el parto, entregan a este al señor Young, un hombre que está esperando precisamente a que su mujer dé a luz. Ambos hijos se entregan a la familia que no corresponde.

     Van pasando los años, y mientras los demonios observan cómo el supuesto Anticristo no demuestra sus poderes, en un pueblecito llamado Tadfield vive Adán Young, un joven feliz y normal, con un carisma excepcional. Cuando los poderes de las sombras se dan cuenta de que ese niño es imposible que sea quien pensaban, se desata una carrera para localizar la ubicación del verdadero Anticristo.

     Sucede que, tanto Azirafel como Crowly, deberán encontrar el paradero del Anticristo, cada cual por sus razones, pero con un problema añadido. Como su poder es tan excepcional, no pueden encontrarlo por medios sobrenaturales, ya que un aura le protege de tales acciones. Para tratar de localizarlo se servirán de diversos trucos, redes de informadores, paciencia y suerte.

     El Juicio Final espera a que se desate la llegada del Anticristo, pero la fecha está programada y falta su pieza angular. ¿Qué sucederá con todo este problema?

     Durante la obra, surgirán una serie de personajes que tendrán papeles clave en toda esta historia, paso a enumerarlos:

     -Newton Pulsifer: un joven que, a través de un anuncio de periódico, se une al ejército cazabrujas. Una antigua organización que ha conocido mejores tiempos. Es descendiente de No Cometerás Adulterio Pulsifer, un antiguo cazador que siglos atrás, tras condenar a la hoguera a muchas supuestas brujas, un día acertó.

     -Anatema Artilugio: una chica que practica el ocultismo, y descendiente directa de Agnes la Chalada, la única bruja auténtica que mató No Cometerás Adulterio Pulsifer, que publicó un libro llamado "Las buenas y acertadas profecías de Agnes la Chalada", que de tan acertadas y exactas que eran, sólo se sabía que habían sido correctas una vez habían pasado. En dicho libro se relatan profecias familiares como regalo a sus descendientes y una guía paso a paso del Apocalipsis.

     -Shadwell: un anciano sargento cazabrujas. Realmente el último en activo. Conoce a la perfección la estructura del ejército cazabrujas y siempre lleva con él pastillas para encender hogueras.

     -Madame Tracy: Vecina de Shadwell y médium. Una buena mujer a la que Shadwell no deja de señalar como Jezabel pintada, pero que es muy cuidadosa con él.

     -Satán, Belcebú, Hastur y Ligur: Un grupo de Ángeles Caidos y Duques del Infierno. El mal.

     -Muerte, Guerra, Hambre y Polución: Los cuatro jinetes del Apocalipsis. Peste abandonó el grupo por culpa de la penicilina.

     -Los Ellos: Pepper, Wensleydale y Brian. Junto con Adán, forman el grupo inseparable de los Ellos.

     -Perro: un sabueso del infierno enviado para servir a su amo Adán.

Crítica

(-Y un carajo. Soy Gente Cubierta de Pescado -repuso con voz ronca, y se desmayo.)

     Nos encontramos ante una obra de ficción y de humor excepcional en ambos casos. El espíritu satírico de Pratchett junto con la imaginación de Gaiman, se unen de tal manera que llega un punto que crean algo nuevo. Una novela que merece ser leida, y que hace pensar que al final, tanto el bien como el mal dependen en gran medida de las acciones de las personas. Somos, al final, responsables de nuestros actos. Tener buenas intenciones y para ello tener que cometer malas acciones, no justifican para nada el hecho de hacer el mal para alcanzar un objetivo elevado.

     Tanto como obra de humor, como sacándole jugo leyendo entre líneas, es una obra que no merece otro apelativo que el de IMPRESCINDIBLE. Hay que leer "Buenos Presagios".

     Finalmente, y cómo curiosidad, sólo decir que en la introducción del libro, hablan de gran cantidad de ocasiones en las que cuando han firmado ejemplares, algunos de estos libros habían sufrido caidas en la bañera, que habían sido remendados con celo, que habían sido comprados varias veces por gente que los prestó y los perdió de vista... Y eso es lo que me ha pasado a mí. Lo dejé una vez y desapareció. Volví a comprarlo y volvió a suceder. Espero que nadie me lo pida de nuevo.

     Pienso que tal vez estos dos, Pratchett y Gaiman son en realidad Azirafel y Crowly, que han llegado a un acuerdo para sacarnos los cuartos vendiéndonos varias veces el mismo libro. Y bien a gusto que lo hacemos.